El cerebro 2.0 sí existe: ¡Cómo el embarazo te convierte en mujer maravilla!
Actualizado: 1 may 2020
Luisa Torres *
Todos hemos escuchado hablar de los muchos cambios que trae el embarazo: hormonas por todos los lados, descontrol emocional, pérdida de memoria, histeria... básicamente, ¡el embarazo nos vuelve locas! Todas estas falsas creencias refuerzan la idea de que, la mujer se convierte en un ser “menos competente” durante esta etapa de la vida. Incluso, muchas veces hacemos chistes al respecto, reforzando aún más tales ideas y contribuyendo a que las mujeres sean discriminadas en el trabajo debido a su embarazo.

Solo en los Estados Unidos, entre octubre 2010 y septiembre 2015, se presentaron alrededor de 31.000 denuncias por discriminación durante el embarazo. Esto no es sorpresa, es simple sentido y común. Si creemos que, las embarazadas son incapaces de controlar sus emociones y tienen dificultad para concentrarse, poner atención y memorizar nueva información, es obvio que sean percibidas como las peores candidatas para un puesto de trabajo. Sin embargo, estas creencias no son más que mitos urbanos. A pesar de que sí existen grandes cambios hormonales y cerebrales, estudios en neurociencia han demostrado que, estos cambios incrementan la eficiencia del cerebro. En otras palabras, el cerebro de las madres se vuelve "más avanzado".
Como lo mencioné antes, una de las creencias más comunes está relacionada con la dificultad para memorizar información tanto en el embarazo como después de dar a luz. Estudios han demostrado que solamente la memoria verbal se ve afectada (el recordar nombres o palabras), y que esto no sucede en todas las mujeres, el resto de procesos cognitivos está intacto. Esta pequeña variación en la memoria sucede porque el mismo cerebro está preparando a la mujer para reorganizar sus prioridades. El hijo se vuelve la prioridad, por lo tanto, el recordar el nombre de una película o de un objeto, deja de tener importancia. Ningún estudio hasta la fecha, ha podido comprobar que las mujeres embarazadas tienen un menor desempeño por el simple hecho de estar embarazadas, lo que sí tiene un efecto es la falta de sueño y el estrés. La falta de sueño y el estrés crónico disminuye la efectividad cerebral, afecta la memoria, la atención y la capacidad para solucionar problemas, pero esto no solo pasa con las mujeres embarazadas, esto nos pasa a todos. Una noche sin dormir, para cualquier persona, puede afectar su desempeño hasta en un 25%.
Otro de los famosos mitos es que las mujeres embarazadas pierden el control de sus emociones. A pesar de que, el embarazo implica un incremento considerable en hormonas como la progesterona y estrógeno - las cuales, sí pueden afectar las emociones, haciéndonos llorar sin razón aparente o haciéndonos tener días de mayor irritabilidad-, esto no implica que la mujer se convierte en una histérica incontrolable, como se suele vender. Por el contrario, un estudio realizado por Elseline Hoekzema, encontró que hay varias áreas del cerebro que disminuyen su tamaño. En este sentido, es importante resaltar que esta disminución no es algo negativo, lo que sucede es que el cerebro está cambiando las conexiones neuronales para fortalecerlas y hacerlas más eficientes. En realidad, estas áreas cerebrales presentan hasta un 30% de mayor actividad. Curiosamente, las partes del cerebro que disminuyeron, están relacionadas con la empatía, el apego y el control emocional; lo cual genera que, las mujeres embarazadas sean mejores en manejar el estrés y que tengan un mejor manejo de sus emociones. Tiene todo el sentido del mundo, porque el cerebro está preparando a la futura mamá a que responda más adecuadamente ante las necesidades del recién nacido. No es una casualidad el hecho de que, a pesar de que el bebé llore por horas, la mamá tenga el auto-control de no abandonar a su hijo, sino por el contrario, tenga la paciencia y el amor para consolarlo... en realidad, tiene un control emocional más desarrollado.
Es importante aclarar que, no significa que las madres no sientan estrés, cansancio, tristeza etc., lo que sucede es que, biológicamente, están mejor equipadas para “entender” las necesidades del bebé. Al mismo tiempo, quiero enfatizar que, es supremamente importante que ellas no descuiden sus propias necesidades. El tener un bebé realmente hace que el cerebro se desarrolle y se vuelva extremadamente eficiente para el cuidado del bebé, pero no se vuelve más eficiente para el auto-cuidado. Los cambios hormonales, la falta de sueño y la preocupación por el bebé generan desbalances que sí influyen en el bienestar de las madres. Es completamente normal que, después de dar a luz las mujeres se sientan más irritadas, ansiosas, tristes y que hayan cambios emocionales bruscos, ya que el cuerpo está adaptándose a “su normalidad” - un proceso que, en promedio, suele durar dos semanas-. No obstante, si estos síntomas persisten por un período prolongado es importante buscar ayuda, ya que el cerebro puede estar presentando otros desbalances que, son cruciales trabajar.
El embarazo sí tiene una influencia muy grande a nivel cerebral, pero no es una influencia negativa. Hay que dejar de reforzar la creencia de que, de alguna forma, las mujeres embarazadas pierden sus capacidades mentales y se vuelven unas fieras fuera de control o unas atolondradas. Por lo contrario, el cerebro llega a otro nivel, una versión 2.0, más especializada y más eficiente, ideal para no solo para el bienestar del bebé, sino también para cualquier lugar de trabajo. ¡Aprovechen!

* Luisa Torres es Magíster en Neurociencia Aplicada de King’s College London y Magíster en Psicóloga Positiva Aplicada de la Universidad de East London. Graduada en Psicología por la
Universidad Católica de Colombia. Especialista en liderazgo, entrenamiento emocional, resiliencia, y pionera en Neurociencia Positiva con énfasis en género en Colombia. Es la fundadora de Psicología Positiva Colombia donde lidera diferentes proyectos de bienestar organizacional y salud mental. También se ha desempeñado como conferencista, consultora, docente y mentora en países como Kenia, Colombia, Paraguay e Inglaterra en los últimos 10 años.