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¡Tú también puedes apoyar a la comunidad LGBTIQ+!

Actualizado: 1 may 2020

Verónica Álvarez & Betty Gabriela Rodríguez


En muchos países del mundo, las personas LGBTIQ+ no están protegidas a nivel legal. En el continente americano, muchas de las leyes no han sido adaptadas para proveer a la comunidad gay, bisexual, trans, intersex y queer, la misma protección social y las mismas oportunidades que han sido consagradas para hombres y mujeres (cisgénero heterosexuales), tales como: el reconocimiento a su identidad, el libre desenvolvimiento de su personalidad, la no discriminación en razón de su sexo, expresión de género, identidad de género y orientación sexual, la posibilidad de contraer matrimonio y de crear una sociedad conyugal, la posibilidad de llevar a cabo una adopción o bien de acceder a métodos de reproducción asistida, ingresar al servicio militar e inclusive garantizar su acceso a la salud y demás derechos humanos elementales. En la mayoría de los casos, las constituciones establecen la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley; sin embargo, esto no es una realidad para los miembros de la comunidad LGBTIQ+.

La historia y la actualidad demuestran que, ser miembro de la comunidad LGBTIQ+ trae consigo retos derivados de estereotipos en torno a la identidad de género y a la sexualidad. Al fenómeno que explica la vinculación entre la pertenencia a distintas categorías sociales con los distintos niveles de discriminación o privilegios que posee un individuo, se denomina interseccionalidad. Es por ello que, solemos ver descripciones que identifican cada una de las categorías a las que pertenece una persona. Por ejemplo, el mayor nivel de privilegio está representado por “el hombre caucásico, cisgénero, heterosexual y no migrante”, en oposición a esta imagen de privilegio, se presentan los grupos en situación de vulnerabilidad: mujeres, poblaciones indígenas, afrodescendientes, personas LGBTIQ+, migrantes, etc. Educar desde la diversidad y para la inclusión de los grupos históricamente excluidos y silenciados, permitirá crear un espacio de oportunidades para el bienestar de todos los miembros de la sociedad.


Con el fin de enfocarnos en qué podemos hacer como individuos y aliados, queremos proponerles que veamos más de cerca a nuestras propias familias. Algunos tenemos la suerte de haber crecido con familias que nos han brindado apoyo y amor incondicional, un amor tan poderoso que hace que los miedos se sientan más pequeños. Cuando pasamos por momentos de incertidumbre, donde el contexto es desconocido y nuestra realidad se distorsiona, la presencia de las personas que nos aman, sin duda alguna, es muy importante para sostenernos y hacer frente a la adversidad.


Muchas personas LGBTIQ+ no cuentan con ese apoyo, mientras pasan por esos momentos complejos donde se dan cuenta de que no encajan en lo que la sociedad considera como “normal” . Vale la pena imaginarse lo que significa no tener el apoyo familiar en ese momento tan difícil de (re)conocer y abrazar tu propia verdad, de hecho, nos atrevemos a decir que cualquiera se quedaría perplejo ante una realidad tan abrumadora. Un estudio realizado en el 2013 por Pew Research Center, llamado “A Survey of LGBT Americans” en donde entrevistaron a más de mil personas LGBT, arrojó cifras reveladoras en Estados Unidos:


  • La edad promedio en que las personas se dan cuenta, por primera vez, que tienen identidades y preferencias diferentes a la heteronormatividad es 12 años.

  • La edad promedio cuando las personas ya conocen con certeza su identidad de género y orientación sexual es 17 años.

  • La edad promedio cuando le contaron por primera vez a un amigo o familiar cercano es 20 años.

La mayoría de las personas del estudio pasaron sus años de crecimiento y formación escondiendo su verdadera identidad. Años en los cuales, el acompañamiento de la familia es fundamental para reforzar la confianza, la autoestima y el direccionamiento de los individuos. Las personas encuestadas dentro de este estudio aseguraron que, contarles a sus padres fueron momentos difíciles. Las personas que no lo hicieron, asumieron que sus padres no iban a aceptar o entender su situación y les preocupabda que eso afectara su relación. De acuerdo con el estudio, en la medida en que la sociedad acepte a las personas LGBT, estas van a tener la confianza de comunicar su identidad y orientación más temprano.


De acuerdo con el estudio y de la información recibida por algunas personas de la comunidad LGBTIQ+, estas son algunas de las recomendaciones para crear espacios seguros en las familias:

  • Escucha atentamente sin interrupción, deja que te cuenten su historia y experiencia. Escúchala desde el amor y no desde el juicio. Recuerda que, esta persona está abriéndose y compartiéndote su verdad.

  • Reafírmale tu amor incondicional y que su identidad u orientación no cambia lo que sientes por ella. Recuerda que, si han estado ocultando su verdad es también por miedo a perder a sus seres queridos.

  • Aboga por sus necesidades en público, a veces la familia es el aliado más importante. Quizás no puedas entender de primera mano su experiencia, pero con certeza, puedes usar tu voz y tus propios privilegios para crear la apertura y dar el ejemplo para romper con el ciclo de exclusión.

  • Crea un espacio en donde puedan ser auténticos, especialmente en reuniones familiares. A veces, tu apoyo puede marcar la diferencia entre la forma de percibir y responder a su experiencia por parte del núcleo familiar. Que sea tu apoyo y tu ejemplo la guía para los demás miembros de la familia.

  • Ponte en los zapatos de la persona y practica la empatía. Recuerda todas esas veces que el sostén de tu familia fue fundamental para seguir adelante y apoya a quienes pueden estar siendo rechazados por ser catalogados de “diferentes”, te lo agradecerán.

Es importante que pensemos en la convivencia social. Llevamos años aprendiendo que debemos sobresalir en este mundo desde el individualismo, sin importarnos la realidad del que consideramos “diferente” y esto nos está aislando los unos de los otros. Lo cierto es que, no lo somos, nuestras necesidades y expresiones pueden ser distintas, pero detrás de todo eso, solo encontraremos a seres humanos. Son momentos de cambio y solidaridad. Sólo podemos seguir progresando como sociedad, educándonos y acompañándonos desde el respeto, la amabilidad y la empatía.


Gracias a Sophia Wirth y a Steph Niaupari por guiarnos con sus experiencias y opiniones para elaborar este artíiculo; es un privilegio contar con su apoyo ♥




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